Clima y “casa verde”

Casi un clima de beligerancia le dio marco al inicio de las conversaciones de este lunes de la conferencia anual negociadora para un nuevo tratado climático de 193 países. Barcos de guerra mexicanos patrullaban las playas de Cancún, donde se desarrolla la cita, mientras que el gobierno de Calderón, en plena lucha contra los carteles de las drogas, organizaba un cordón de seguridad alrededor del hotel que representa la sede de negociaciones que durarán dos semanas.

A Jamaica Plain family runs the most energy-efficient home in the country and projects to reduce their utility costs to next to nothing. They welcome visitors at 133 Bourne St. where you can talk with Keith or Andree or their three children, Simon, 9, Eli, 10, and Kuba, 12. They have one of the first US homes renovated in the Passive House method, an ultra-energy-efficient construction popular in Europe. Once finished, the home will use 25 percent of the energy a typical home uses, and one-tenth of the heat, leaving almost no carbon footprint—an issue that divides the world in an international climate conference now taking place in Cancun, México.

Qué diferencia con la relativa tranquilidad de Jamaica Plain donde un proyecto que tiene que ver con el clima y el abuso en la utilización de los servicios energéticos que son parte del problema que se critica en todo el mundo como parte de la naturaleza de los “estadounidenses”.

Mientras en Cancún, los Estados Unidos rechazó unirse al resto del mundo industrializado en el Protocolo de Kyoto, aquí se trabajaba en un proyecto casi familiar de convertir un pequeño edificio en una casa de energía eficiente donde el costo de servicios elementales como luz y calefacción se reducirían casi a la nada.

Si dejamos de lado las peleas entre China y Estados Unidos allá por el asunto del clima y el desarrollo industrial, aquí hay un asunto que no iguala con el mundo porque estamos hablando de la calidad de vida, que es el motivo de la reunión y del proyecto que se denomina la “casa verde”.

Pasar de combustibles fósiles contaminantes a energía renovable es el tema aquí y allá y el asunto de la información sobre lo que sucede en el balneario mexicano se da en todos los medios; pero para ver lo que pasa en el proyecto de JP sólo hay que darse una vuelta por la casa que se ubica en el 133 de Bourne St. donde Ken Ward nos puede explicar que allí no se necesita calefacción central. Allí puede hablar igualmente con Andree Collier y los tres pequeños que allí viven Simon, 9, Eli, 10 y Kuba, 12.

La casa de dos pisos es prácticamente un modelo de un proyecto que ya es popular en Europa y que en Estados Unidos promueve el llamado Passive House method, que se explica como una construcción “ultra-energy-efficient” que utilizará sólo la cuarta parte de la energía que utiliza cualquier casa.

Si tiene más preguntas vaya directamente a hablar con Keith o Andree, y mientras tanto, siga disfrutando de las informaciones que mandan desde Cancún, porque el asunto de la contaminación y el ahorro de energía nos compete a todos.

Andy Zagastizábal

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