Viejas y nuevas

No hemos superado el ejercicio de saludar y despedir al mismo tiempo. Lo hicimos el viernes cuando saludaremos al 2011 con una cantidad de esperanzas y despedimos al 2010, con el calificativo que se merece: El “año de la decepción”. Nos decepcionaron los políticos, los deportistas, los economistas, los que deben manejar la ley y la justicia, y la lista la puede seguir usted, donde seguramente agregará el engaño descubierto de los que manejaban la venta de casas o los atentados a la cultura en nombre de un presupuesto que supera toda cordura.

From the shooting of a kid in Bromley-Heath to the rampage in Same Old Place, JP was a direct witness to the violence in Boston that spiked to 72 killings in 2010. But starting in 2011, the hope is to have a better year than 2010, which has been dubbed “the year of deception.”

Si hablamos nacionalmente el presidente Obama fue la peor decepción para nosotros porque nos dejó esperando las reformas que nos prometió. En el Estado Scott Brown fue el malo y nos dejó el mal sabor por ese cambio que hicimos los votantes de preferir a un republicano en el puesto de nuestro venerable Ted Kennedy. Le tendremos que cobrar la factura más adelantes porque Brown es un peligro para la inmigración, para el sueño de los estudiantes y para esa población especial que era protegida por el no preguntes no lo digas. ¿Y el gobernador?, pues terminó su primer periodo muy mal, firmando una ley que cuando empezó le pareció mal y ahora permitirá que se amplíen las deportaciones. Localmente registramos la caída de un venerable concejal casi como socio de una senadora que vimos llenarse el sostén de billetes.

No queremos ser negativos pero no podemos dejar el caso de la educación atrás porque en nombre del presupuesto viene la barbaridad de cerrar escuelas, después de intentar cancelar nuestras bibliotecas. Todavía no está dicha la última palabra porque más de una escuela que quieren cerrar es donde asistían nuestros hijos en mayoría. Tampoco podemos olvidar el censo, que nos demostró que no seguimos creciendo por causa de la decepción.

Mas ¿hubo algo positivo? Claro que sí y en eso hay que destacar que el idioma que hablamos es el de mayor crecimiento y no sólo crece como votante, sino en puestos clave. Además seguimos como ejemplo porque no nos vamos a pesar de todas las dificultades. Allí hay un ejercicio que se hace a estas alturas para designar al hombre del año. Para nosotros sin duda. Ese fue empresario hispano, o latino o inmigrante, que ha podido mantener funcionando sus negocios permitiendo que haya trabajo para los nuestros y se mantenga la cultura a través de los productos que venden.

Queda decir que la peor noticia fue el avance de la criminalidad, afectando a nuestra niñez y juventud, con un chiquillo de 14 muerto a balazos en un campo de básquet, o esa horrible matanza en la pizzería de la Calle Centre, o la aceptación de nuestras autoridades de gran parte de los crímenes no están resueltos.

Mejor ya dejemos este año 2010 con lo que puede ser una buena noticia en la esperanza de la promesa de los que manejan el estado y la ciudad que nos llevarán por buenos caminos en el año que empezamos.

Andy Zagastizábal

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *