Jóvenes hablan de un crimen

Tenía apenas 19 años de edad y su nombre ya es parte de la historia criminal. Dice la policía que se llamaba Kenneth “Black” Soto y que lo encontraron, con múltiples heridas de arma blanca, en el parking lot del 7-Eleven, en la interseccion de Centre Street y South Huntington Avenue, la madrugada del domingo que acaba de pasar.

Nada pudieron hacer los servicios de emergencia del Hospital Brigham & Women’s a donde lo trasladaron, después del doloroso hallazgo que el mismo reporte dice que fue a las 4:22 a.m.

Allí certificaron su muerte y las estadísticas lo colocaron en un número más a la lista que  Boston tiene, lamentablemente, y Jamaica Plain: dolorosamente, en lo que se refiere a pérdida de vidas jóvenes.

Al momento de entregar esta nota para su impresión, la policía ni otras fuentes de investigación tenían datos exactos de lo sucedido y tampoco quienes pudieron cometer tremenda atrocidad, apareciendo en todas partes el clásico llamado a colaborar con los detectives llamando al 617-343-4470; o, si se quiere usar una línea anónima, marcar el 800-494-TIPS o mandar un mensaje de texto  ‘TIP’ to CRIME (27463).

Sin embargo hay una movilización que podría dar resultados más rápidos porque la juventud está utilizando la tecnología del momento para comunicarse no sólo sobre el hecho, sino los comentarios que podríandar pistas a la investigación. ¡Claro!, nos referimos al teléfono celular, donde ya circulan fotos del occiso, así como de la escena del crimen y otros datos que comparten los amigos y conocidos de Kenny “Black” Soto.

Fuentes que no podemos identificar, por pedido expreso, nos revelaban que hay abierta una página en su nombre y en su memoria. Allí han colocado una foto de Kenny Soto, cuerpo entero,  con el mensaje: R.I.P. BLACK.

Los muchachos, que tienen gran familiaridad con el sistema, seguramente lo están usando para ver fotos, amistades, informaciones y, naturalmente, la posibilidad de dejar mensajes.

Hay otras posibilidades, naturalmente; pero también hay recomendaciones de expertos que nos dicen que se debe tener cuidado con lo que se escriba, vea o agregue, porque la línea del anonimato no está garantizada.

Pero la movilización de los jóvenes no es aislada, las organizaciones que trabajan con ellos y para ellos, como Hyde Square Task Force, igualmente se han dado a la tarea no sólo de conocer detalles de la muerte, sino de promover actividades que mitiguen la preocupación causada en la juventud por un incidente como este.

Claudio Martínez, director ejecutivo de HSTF, era uno de los más consternados. “Porque era casi un hijo para nosotros. Lo conocemos desde la edad de 6 años, cuando asistía a la Escuela Kennedy. Era un asiduo de la institución. Podemos asegurar que nunca se metió en problemas y no entendemos por que alcanzó la muerte que le dieron. Conocemos también a la familia que vive en el bloque cercano a la Mozart, y compartimos el dolor de esta pérdida”. Claudio mencionó también que Soto estaba camino a College, “haciendo los trámites necesarios con ayuda de su mentora del HSTF”.

No solo la juventud sino la comunidad se hallaban alarmadas después de casi un día en que vieron la cinta amarilla de “zona de investigación criminal”, con que se cerró el triángulo donde está el 7-Eleven, de Hyde Square.

“Es que no es un incidente esporádico” nos decía don Tomás, en uno de los locales comerciales de Jackson Square, recordando que apenas dos día antes se había registrado “aquí cerquita” un tiroteo. Se referían a un suceso policial que los reportes dicen ocurrió en Parker Street y Heath Street también de madrugada. Este vecino pidió no ser mancionado por su nombre.

“Pero también hubo otro ataque con cuchillo a una muchacha”, recordaba otro vecino de Egleston Square, señalando que ‘aquello fue contra una jovencita de apenas 13 años de edad”. Se refería a un incidente que fue reportado por la policía como ocurrido en la Bickford Street cerca de las  7:30 p.m. del 2 de agosto pasado. La nota dramática en aquella oportunidad es que ella misma fue a buscar ayuda a la estación del Tren Naranja de Roxbury Crossing donde recibió socorro del personal del MBTA Transit Police y los EMTs. Felizmente, sus heridas no fueron de consideración.

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