La esquina de Seaverns y Centre debe ser uno de los ejemplos más claros de las dificultades que tienen pasajeros y conductores en el servicio de buses de la Línea 39.

“Felizmente ya pasó la época de nieve y no tenemos que estar dando saltos para subirnos al bus. Pero igual tenemos que caminar algunos pasos extra porque a más de uno se le ocurrió estacionar donde los letre-ros dicen que está prohibido” expresa Felicia Pinto, resumiendo algo que conocen perfectamente los que han realizado el proyecto que se conoce bajo el nombre de “Arborway Corridor Route 39 Transit Enhancement Plan”.

Aquel plan ya está en documentos y ya fue presentado y parcialmente discutido en reuniones ocurridas en febrero y marzo y la semana que viene la comunidad tiene la oportunidad de hablar mejor de lo que piensa acerca de ese plan. Esa tercera audiencia pública tendrá lugar el martes 21, y ocurrirá a partir de las 6:00 de la tarde en el auditorio de la Escuela Agassiz, ubicada en el 20 de Child Street, en el mismo lugar donde se presentara el plan el 25 de febrero

Los que asistieron a las reuniones pasadas se llevaron impresiones positivas y negativas y, algunas, de preocupación, que llevaron a largas discusiones —como la sugerencia de eliminar varios paraderos, así como la construcción de elevados lugares de espera o ampliación de veredas para la seguridad y circulación de peatones, como lo que se quiere hacer en la esquina de Burroughs y Centre, o en la misma Seaverns y Centre.

Sin embargo, ese no es todo el plan, porque hay asuntos que se deben conocer ya que se trata de un proyecto que incluiría el uso de nueva tecnología para evitar vanas esperas en lo que respecta a horarios y el aumento o disminución de servicio conforme a la necesidad y afluencia de pasajeros a lo largo de la ruta que une Forest Hills y Back Bay.

En este proceso habrá que irse familiarizando con nombres y etiquetas como Citizens Working Group, o Advisory Committee of Community Resi-dents, los mismos que tendrán vigencia durante el proceso hasta su consolidación.

En lo que corresponde a la comunidad se espera la nominación del Comité Asesor, el mismo que, para empezar, deberá revisar el proyecto de eliminar algunos paraderos.
Hay asuntos que tienen que ver con la historia en el surgimiento de este proceso. El primero de ellos corresponde a recordar que hace más de 20 años la Ruta 39 se convirtió en el “reemplazo temporal” del servicio de la línea verde desde Heath Street hasta Forest Hills.

Nunca hubo la restauración prometida y como consecuencia el estado resultó enjuiciado por una institución dedicada a la protección del me-dio ambiente que se denomina Conservation Law Foundation (CLF). Ellos realmente ganaron el juicio y, como parte del acuerdo, se obligó al estado a iniciar este proceso de planificación. Por eso hay una oficina de planeamiento del estado asesorando al MBTA.

El acuerdo que mencionamos requiere un proceso comunitario que apruebe las mejoras en el corredor.

Una de las promesas del plan es que los buses circularían en un horario regulado que sea de 5 a 7 minutos, dependiendo de la afluencia de pasajeros y los horarios que se conocen como “rush hour”.

Pero, reiteramos, la mayor parte de la propuesta es reducir de 25 a 35 por ciento de las 63 paradas que tiene que hacer un tremendo aco-plado, en su ruta entre Forest Hills y Back Bay.

Con los problemas de la economía puede ser una interesante sugerencia; pero “para nosotros que usamos el servicio, eso significará que ten-dremos que caminar largos trechos” mencionó una residente de Mission Main, ya que una de las paradas en el proyecto de eliminación es el que está cerca de ellos,
Y un asunto agregado que agita el debate es el que ahora se conoce como “Bus Stop Access Law”, el mismo que , principalmente, multa con $100.oo a quienes se estacionen en paraderos de buses.

Tendremos que seguir conversando del tema el martes 21 en la escuela Agassiz, donde la reunión con todas las partes de este proceso, em-pieza a las 6 de la tarde, con el agregado de que en agenda figura “Federal Stimulus Program”.