La lucha afgana en J.P.


Andy Zagastizábal

Malalai Joya no es hispana. Tampoco el sonido del apellido suena españo;l: Es una activista de Afganistán que sigue dando la vuelta por el mundo con sus denuncias de las atrocidades que suceden en su país.

Como no podía ser menos, pasó por Jamaics Plain y habló en el local de la First Church el sábado, después de pasar el viernes por Harvard University, en el inicio de su quinta gira por los Estadoss Unidos. Mucha gente nos habló y nos escribió acerca de su activismo y casi nos contagiamos en la euforia de aplausos que recaudó en el local de la iglesia.

“Me quieren matar”

“No me dejan hablar”

“Vivo en la clandestinidad”, son algunas de sus quejas, aparte de señalar que es víctima de un complot internacional para silenciarla porque denuncia principamente a los Estados Unidos en la cuestión de la guerra con “more massacres, more tragedy and more violence’’, según lo repite.

Se quejó de que no le dieron visa y que tuvo que esperar tres semanas antes de lograr este viaje donde sigue denunciando que la tienen vetada porque ella habla claro de una guerra que enriquece a los “señores de la guerra, que se enriquecen permanentemente”.

Es una mujer menuda que va para los 40 años; casada, sin hijos, diputada sin escaño y que vive sin domicilio conocido.

En todas partes la presentan como uno de los símbolos de la lucha de la mujer afgana “contra una estructura mental, política y social machista y violenta que las condena a una vida de invisibles” según remarca y se puede leer en sus propias páginas del sistema electrónico..

"Me han intentado matar cinco veces y sé que lo intentarán de nuevo y es posible que un día lo logren pero no pienso renunciar", dice, remarcando que que el 17 de diciembre del 2003 cambió su vida cuando tuvo la oportunidad de hablar contra "la presencia de los criminales de guerra misóginos que habían destrozado Afganistán convirtiéndola en el centro de guerras internacionales".

Malalai Joya se convirtió en una celebridad para la mitad del país y en un demonio para la otra mitad.

Fue elegida en el 2005 al Parlamento y la expulsaron en el 2007 por decir que “era una asamblea de narcotraficantes, asesinos, misóginos y burros”. ??

Dice que la mitad de su país que la apoya no teme por la salikda de Estados Unidos de Afganistán en el 2014. “Los verdaderos enemigos son los que se enriquecen con las guerras, los Taliban, y la ocupación extrajera”.

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