ANDY ZAGASTIZÁBAL
Lo que en junio de este año parecía una promesa difícil de realizar ahora es el camino de un nuevo horizonte para lo que se quiere llamar la “Nueva Era del Festival Puertorriqueño”.
Reyito Santiago casi repite lo que nos dijo en aquella oportunidad y como señal de que cumplió lo re-publicamos: “Ya salimos de las cuentas negativas. Es como empezar de nuevo; pero legalmente, había mucho que limpiar como nos lo exigía la ciudad, el estado y la federal y gracias a mucha gente que trabajó incansablemente ahora tenemos la posibilidad de un Festival que debe ser el orgullo de los puertorrique-ños”
Lo que dijo en aquel momento sirvió para justificar la cancelación del Festival que caracterizó el mes de Julio en Boston por los últimos 39 años.
Y como dijo, el 40 tuvo que ser diferente “como un año de transición mientras nos adecuamos a todas las exigencias de las leyes”.
Los que quieran conocer lo que se ha hecho y lo que se proponen hacer tienen que leer el documento de largo título: “La Verdad Detrás de la Verdad, Ultimo Capítulo, Nueva Era”, en el que, entre otras cosas, plantean cambiar los reglamentos de la organización “rompiendo con la tradición de la elección de los miembros de la junta” a fin de darle “estabilidad, credibilidad y prestigio” a esta celebración”.
Resalta en el documento la parte donde se menciona: “Salvamos el festival; carecíamos de status legal por lo que estábamos prohibidos de llevar a cabo cualquier actividad, recaudar fondos o presentarnos ante la comunidad como una organización”.
Agregan: “Todo eso lo superamos como superamos deudas contraídas con la ciudad de Boston y otras entidades por diferentes servicios.
Carlos Rivera, por su lado refiere que el informe 2006-2007 fue presentado a la Junta presidida por Aida Sierra.
Pero se abarcó más allá porque se necesitó llegar a informes financieros desde 1996 al 2000 tal como lo requería el Estado para legalizar el status del festival.
“No fue hasta junio que se pudo conseguir el status de entidad sin fines de lucro, lo que le permite al Festival envolverse en la recaudación de fondos”, destacan, agregando que carecía de sentido seguir aumentando el monto de la deuda”.
El Festival Puertorriqueño que se creó en 1967 tiene, según Santiago,”la posibilidad de mostrarse como una organización de credibilidad y prestigio”.
Eso significa que se avecinan muchos cambios, especialmente en los reglamentos.
Hay muchas sugerencias en ese sentido, como un nue-vo estilo de junta directiva y un nuevo sistema de afiliación donde se incluirá a las agencias comunitarias con gran participación de puertorri-queños.
¿Algo más?
“Sí, la creación de dos cuerpos administrativos: el Comité Ejecutivo y La Junta del Festival además de contratar un consultor para que re-dacte propuestas a nombre del Festival y establecer la celebración mensual de reuniones”.
Habrá que estar atentos a las novedades de este nueve ente, que no sólo nos presentará “la nueva era del Festival”, sino otro tipo actividades a lo largo del año, como lo soñó “Chico Muñoz”.