El último esfuerzo oficial por salvar el trabajo que tienen los jóvenes durante las vacaciones de verano se dio esta semana en el senado.
Alli se presentaron tres reconsideraciones a un recorte de 4.4 millones al presupuesto que empezará a regir en julio.
Al momento de entregar este artículo para su inclusión en la edición de esta semana, todavía no se había votado la enmienda denominada Youth Works and School to Career Youth Jobs, ni tampoco las otras dos que llevan los nombres de DPH Youth Violence Prevention Program y DPH Youth at Risk Program.
El dispositivo debió haberse tramitado con anterioridad porque desde hace un mes ya se sabía de la opinión del “Senate Ways and Means” que había establecido “no more funding beyond the $4 million” que en nuestro idioma podemos resumir que “no más de $4 millones”.
Ya desde entonces las agencias como el ABCD sabían de la amenaza porque “no hay que ser un genio de las matemáticas para deducir que se nos venía un recorte del 50 por ciento en los fondos”, como nos decía una persona que trabaja con los jóvenes que prefiere no ser mencionado.
Tiene razón porque ya esa cantidad no está considerada en el presupuesto y lo que se buscaba es un suplemento y que allí figuren los $4.4 millones que tenía el presupuesto del año anterior que fue de $8 millones.
Pero la pelea mayor no se da exclusivamente en el legislativo “porque no sólo se trata del dinero para el trabajo de temporada, sino de una experiencia muy significativa que deben tener todos”, como nos decía Claudio Martínez el director ejecutivo de Hyde Square Task Force, haciendo un alto en su participación en un evento tan importante como “Comunidades por la Reforma de la Educación Pública”, que se desarrollaba en Washington esta semana.
“Este asunto de lo trabajo de los jóvenes hay que verlo en todas sus aristas y más todavía en lo que es el trabajo de verano, porque es una actividades de alto riesgo que puede enfrentar un joven que empieza su vida laboral, por lo que la sociedad debe hacer un gran esfuerzo a fin de dar la seguridad que ese joven empiece bien.
“En HSTF tenemos muy clara esa premisa y por eso no sólo damos empleo a los jóvenes en la temporada de vacaciones, sino durante el año”
¿Podríamos hablar de cantidades y qué hacen?
¡Claro que sí!
Son más de 100 y son lo que llamamos líderes de programas juveniles y hay que verlos trabajando con un entusiasmo que hace de nuestros programas verdaderos pilotos que se reconocen en la nación y en otras partes del mundo, donde quiere que les lleveos nuestra experiencia.
Sabemos que hay complicaciones, que hay problemas en la economía y por eso tenemos que buscar alternativas como cambiar la idea de que una fuente segura de ingresos sólo se consigue con certtificados e college o universidad o instituto técnico.
Nosotros decimos que hay alternativas porque el desarrollo de los pueblos no se ha hecho con el aporte de doctores o ingenieros sino con el mayor esfuerzo de gente que no era profesional. Ya estaremos hablando con nás detale de este asunto porque haymás de una agencia nacional que se interesa en apoyarnos.
Pero volviendo a tema del trabajo de verano hay que esponder a propuestas como la del alcalde Menino que ha hecho un llamado para que la pequeña industria o la pequeña empresa pueda asumir el compromiso de contratar, por lo menos al un joven, durante estas vacaciones.
Es muy fácil ir dando por alli reportes alarmanetes o resultados de encuestas que no conducen a dar soluciones. El verano está a la vuelta de un mes y lo que necesitamos es llenar nuestros cuadros de oportunidad de empleo.
En HSTF queremos ofrecer 100 puestos como antes y vamos sumando a medida que gestionamos. Ya la ciudad nos ofreció 24 puesto, una fundación se comprometio a mantener 4 y así vamos creciendo. Ya tenemos algunos adelantos al llamado del alcalde y, posiblemente la empresa privada venga cn más ayuda”.