Andy Zagastizábal
Las noticias están en todas partes y dicen , más o menos, “La crisis económica por la que atraviesa el país ha provocado el cierre de más de una decena de comercios en el condado de… cuyos propietarios son originarios de (incluya países latinoamericanos como República Dominicana, Cuba, Venezuela o de un asociado como Puerto Rico).
El tema, que para los no comerciantes, podría parecer lejano; no lo es para nuestros vecinos con tiendas, bodegas, restaurantes, peluquerías, Etc. y los está motivando a buscar soluciones comunes, resultado de reuniones que tienen gran asistencia.
A esas reuniones ha llegado hasta el alcalde Menino para escuchar las quejas y adelantar algunas soluciones, cuando comerciantes como Luís González dicen que “el 90 por ciento de los negocios están a punto de cerrar”.
Otros han dicho que “la salud económica del vecindario corre peligro porque no es lo mismo ver la alegría de los comercios atendiendo a su gran clientela, que ver espacios abandonados como el local que vendía artículos deportivos en la calle Centre, o el restaurante que se abrió con muchas ilusiones en Jackson Square”.
Otros han manifestado que las dificultades en los negocios afectan directamente a las familias del vecindario, especialmente a las que dependen de los ingresos de esos negocios.
Los que sobreviven hablan de los que ya no pudieron seguir (como Belky’s Beauty Salon, cuya propietaria prefirió dejar Boston) y dicen que la tarea es de titanes porque la crisis tiene unos agregados que la hacen más difícil.
Mencionan como principal dificultad la renta que tiene precios muy altos y sus consecuencias por atrasos y otras situaciones que son largas de enumerar. Concretamente un pequeño empresario dijo en una reunión de la asociación de comerciantes de Jackson Square que “los propietarios de locales no nos están ayudando”.
Las minutas de esas reuniones que tienen el apoyo del JP NDC, las asociaciones de comerciantes, el programa Main Street y otras agencias, están llenas de situaciones específicas con quejas como la falta de ayuda o la falta de crédito o las dificultades del parqueo.
En medio de esta situación y mientras se espera la ayuda del gobierno de Deval Patrick o de la ciudad, desde Egleston Square nos llega el primer proyecto de solución que incluye cuatro puntos.
El primero de ellos es pedir un acuerdo o una moratoria con los propietarios de locales comerciales para atender el problema de los costos altos de la renta.
“No es sólo el pago o las exigencias”, sino la búsqueda de alguna posibilidad para seguir sobreviviendo y mantener adelante nuestros negocios, mencionaba el “Mayimbito” Medina, gerente de Yely’s Coffee Shop, resumiendo el sentir de propietarios que tienen negocios funcionando en locales de alquiler.
En ese aspecto el proyecto de los comerciantes de Egleston Square llama por la mediación de agencias de la comunidad para “conversar con los dueños de locales para llegar a precios razonables en el asunto de la renta”.
El segundo punto de este proyecto es la publicidad, trayendo a la mesa de discusión el tema de si se debe o no se debe hacer anuncios. Los que ganaron señalando la importancia de la publicidad, lo hicieron mencionando que esta debería ser cooperativa, ya que individualmente los pequeños negocios no pueden seguir con ese gasto. “Si lo hacemos colectivamente podremos repartirnos el costo y destacar la identidad que tienen nuestros vecindarios”, nos decía Albertico en su peluquería “La Personalidad” de Egleston Square.
Aunque no tenga relación directa con la crisis, se mencionó también como proyecto de solución mejorar el flujo del tránsito vehicular y la situación de los parqueos. También se pidió convocar una mayor colaboración con la policía local para la prevención del crimen y organizar talleres para evitar el robo en los negocios. Una sugerencia que se insiste en estas reuniones es que retornen los policías a pie, haciendo sentir su presencia en las calles del vecindario.
En lo que queda del invierno se verá el resultado de este proyecto y se anuncia para la primavera otra reunión entre comerciantes y promotores vecinales para analizar resultados y proyectar otras posibilidades de solución.