No hay comidas malas ni buenas

Hay varias posiciones vacantes en muchas oficinas y agencias al empezar el 2012. Una de ellas es en Community Servings, donde la persona que ejercía una de las posiciones  más importante se fue para buscar otras alternativas, fuera del estado y trabajando por la educación.

Así lo destacó Rosario Domínguez, en una entrevista exclusiva luego de acompañar al gobernador y otras personalidades en una conferencia en las oficinas centrales de su organización, cerca de Stony Brook, en el  18 de Marbury Terrace.

Rosario nos dijo que se va luego de 8 años de servicios, tras un crecimiento que es destacable, “porque de un programa que mandaba comida a los enfermos de SIDA, hemos pasado a una organización que está preparada para atender las necesidades alimenticias de cualquier enfermo en situación crítica, en su casa”.

Con el acento chileno, que nunca ha perdido, Rosario habla con entusiasmo de otros logros y destaca que CS también ha desarrollado otros programas, siendo uno de ellos el que se dedica a entrenar gente para trabajar en restaurantes y servicios de comida. Igualmente nos dedicamos a servicios de nutrición y hasta desarollamos ayuda internacional en las áreas que tenemos liderazgo”.

¿Por ejemplo?

“Claro. Hemos ido al Africa para desarrollar programas de nutrición…”

Entonces lo pasaste ¡muy bien!

“Por supuesto. Porque en ocho años hemos creado ya 8 nuevos programas”.

Ustedes ¿ayudan a las personas que van a iniciar un negocio de restaurante?

“No exactamente. Pero sí los preparamos como cocineros en nuestro local  principal y anexos y los ayudamos a salir de sus dificultades y a empezar una nueva vida”.

¿Cómo funciona?

Sólo hay que llegar a nuestras oficinas del 18  de Marbury Terrace y llenar su soicitud y aprovechar que el programa es gratis.

Todo el curso dura 12 semanas y los entrenamos para trabajar en cocinas comerciales y, al final, hasta los ayudamos a encontrar trabajo.

Hoy día se habla mucho de comida saludable; pero la frasecita asusta o hasta provoca rechazo.

Tienes razón. Pero no tiene por qué ser asi. En mi caso prefiero que lo llamemos moderación y hacer pequeños cambios que nos ayuden con los alimentos. Por ejemplo aceite de oliva en vez del aceite regular o arroz integral en vez del arroz blanco…

Y así coninúa hasta darnos recetas de postres y otras delicias de las que muchas veces nos privamos…” por ejemplo tengo una receta de flan que es baja en contenido de grasas y calorías”.

Su agradable sonrisa nos convence que es verdad, y más, cuando dice que no hay comidas buenas o malas, porque todos podemos cambiar un poquito en la forma que cocinamos y reitera que lo más importante es la moderación: “simpre puedes comer los pasteles para un cumpleaños o una ocasión importante. No los puedes comer a todo momento, porque si lo haces sí vas a tener problemas de diabetes o subida de peso o problemas con el corazón.

La otra cosa es que tenemos costumbres  y casi no variamos. Creo que tenemos que volver a las comidas de nuestros países, donde el uso de frutas y verduras en la dieta de todos los días es más grande. A eso lo llamo cambiar un poquito para hacer nuestras comidas más saludables. Lo impotante es que tengas variedad, sabor, color y moderación, concluye.

Dejas las comidas y te ¿orientas hacia la educación?

Sí. Voy a trabajar con Head Start nacionalmente y vamos a estar orientando al personal de esa entidad visitándolos en sus sedes en cada punto donde trabajan en el país.

Al momento de hacer esta entrevista todavía no habían encontrado reemplazo para su posición de jefe de programas y, si se apresura y le interesa, aún tiene tiempo para  para presentar su solicitud.

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