Artista de JP presenta su obra en South End

Lonas de plástico salpicadas de pintura cubrieron el suelo de madera y en las paredes, grandes cuadros de personas en eventos sociales formales. El arte de Robert Freeman dio vida a un estudio simple en Waltham.

“Quiero que la gente siente el cuadro. Como artista, me interesa ver cómo [el arte] afecta el corazón en vez de la mente”, dijo Freeman, que dio al periodista un vistazo detrás del escenario antes de la inauguración de su obra en South End.

Freeman, un artista afroamericano y residente de JP desde hace mucho tiempo, presenta “New Works” en Adelson Galleries Boston, 520 Harrison Ave., hasta el 18 de diciembre.

Es la primera primera exhibición sola de Freeman en Boston en 10 años, y su primera exhibición en South End Open Market (SoWa).

Freeman asistió a Howard University para estudiar arte con Lois Jones. Dos años más tarde, continuó su educación en Boston University, donde estudiaba pintura con Reed Kay, Richard Yarde, John Wilson, y James Weeks.

Freeman fue el director de arte para Weston Public Schools de 1973 a 1981, viviendo allí con su esposa y tres hijas. En 1981 se hizo artista en residencia en Noble and Greenough School en Dedham.

Desde 1988 a 1994 enseño dibujo y pintura en Harvard University. Durante los últimos 16 años, ha vivido con su esposa en JP.

“Me encanta”, dijo Freeman. Se reía explicando que sus hijas querían mudarse allí porque era un barrio más “hip”.

Freeman nació en Nueva York en 1946, el hijo de un vendedor de seguros y en 1956 la familia se trasladó a Ghana, Oeste de África. Vivía allí dos años antes de mudarse a Washington, D.C., pero volvió a Ghana cada verano hasta 1965.

“En los años cincuenta, no había mucha oportunidad para un afroamericano”, dijo Freeman. “Por eso se fue mi padre”.

En su experiencia, afroamericanos de la clase media fueron excluidos y formaron sus propios grupos. Su obra refleja esos tiempos.

Su obra es mejor conocida por sus cuadros figurativos impactantes que exploran la interacción entre las personas dentro del cuadro y el observador, enfrentando el asunto de la identidad y la cultura.

Su exhibición Black Tie (1981) se figura en la colección permanente del Museo de Bellas Artes como parte de una serie que explora el conflicto personal que experimentó como afroamericano que se crio en medio de las tensiones raciales de los años sesenta y setenta.

Ahora, 35 años más tarde, Freeman renueva el tema con “New Works”. La exhibición presenta ocho pinturas al óleo de afroamericanos en eventos sociales, con dos trípticos y uno como retablo.

La exhibición se base en un niñez personal dividido entre dos culturas: el Oeste de África, ahora Ghana, y la costa este de los Estados Unidos. Aunque mucho ha cambiado desde su infancia, como la elección del primer presidente afroamericano, dijo Freeman, todavía hay cuestiones de identidad e inclusión.

Una diferencia es la introducción de lámina de oro en las pinturas al óleo.

“No sólo representa la riqueza y el estatus como lo hace [en Estados Unidos]”, dijo. “En Ghana representa la calidez, el sol, los consejos, la integridad y la puridad”.

Freeman empieza cada cuadro con garabato en tinta negra hasta que figuras emerjan y comiencen a hablar. Con un uso atrevido de color, sus personajes son casi abstractos.

“Es un poco loco, pero comienza un diálogo entre los personajes en el lienzo”, dijo Freeman. “Tienen curiosidad y siempre hay uno o dos que miran al espectador, o con invitación o con rechazo”.

Para más información sobre la obra de Freeman o su exhibición, visite robertfreemanart.com.

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