De Beth Treffeisen
Especial a Gazette
Sin duda, Boston pasa por una etapa de crecimiento, tanto de industria como de población. Entre 2000 y 2010, la población llegó a 615 mil residentes. En 2030, se predice que este número superará los 700 mil.
Boston ya tiene carreteras, trenes y buses repletos durante horas pico, y con el influjo de gente a la ciudad, el problema sólo va a empeorar.
El Alcalde Martin Walsh quiere abordar estos asuntos a través de su plan de visión y acción Go Boston 2030 que guiará el futuro del transporte de la Cuidad. El plan consta de 58 proyectos y políticas que dirigirán la agenda de la Ciudad.
“Esperamos que cada vez más gente dependa del transporte público”, dijo Walsh durante una mesa redonda. “Hay cada vez más jóvenes usando el transporte público u otros modos de transporte. Las personas de mi generación conseguimos una licencia para conducir lo más pronto posible. La gente de hoy no sigue el mismo patrón”.
Hoy, un tercio de la gente de Boston usa el transporte público y el alcalde quiere que crezca el uso en el futuro.
El plan tiene por objeto la expansión del acceso al transporte para que cada hogar en Boston se ubique a diez minutos a pie de una estación de tren o bus. Walsh también quiere más seguridad y más fiabilidad.
“Boston es floreciente, con nuevos desarrollos y negocios”, dijo Chris Osgood, el jefe de calles, transporte y sanitación de la Ciudad.
“Tenemos un esquema para hacer conexiones entre los barrios de Boston y los centros de trabajo, con opciones de transporte asequibles, eficientes y agradables”.
Fuentes locales de la Ciudad y estado y fuentes federales financiarán estos proyectos. El año pasado, la Ciudad alocó más de $700 millones al presupuesto capital para mejoras de infraestructura en los próximos cinco años. Pero los costos pueden superar los miles de millones.
En el futuro, la Ciudad quiere crear un acuerdo de acceso al transporte (TAPA), que exige que los promotores de proyectos grandes inviertan en proyectos vecinos o mejoras en la misma zona.
Un ejemplo reciente es el proyecto de 370-380 Harrison Ave. en el South End, donde los promotores contribuirán más de $400 mil a mejoras de la infraestructura de transportación en el barrio.
“Eventualmente, si no tenemos transportación fiable, más gente va a usar sus automóviles para llegar a Boston, creando mucho más tráfico”, dijo Walsh.
Continuó, “Dependemos muchísimo del impuesto inmobiliario. Para poder florecer como ciudad, tenemos que hacer crecer el desarrollo en nuestra ciudad, especialmente con una dependencia del 67 por ciento en el impuesto inmobiliario”.
Walsh dijo que para hacer crecer la región, se necesitan más empleos, que traslada a más impuestos sobre la renta en el bolsillo del estado. Espera que el estado esté de acuerdo que para realizar esto, se necesita un sistema de transporte mejor. Después de encuestar a más de cuatro mil residentes de Boston, se destacaron cuatro objetivos centrales: el transporte local, el transporte entre los barrios, el transporte regional, y el transporte de alta tecnología.
En el ámbito local, los residentes quieren que las calles en sus vecindarios estén seguras, que los autobuses hagan más rutas, que los carriles bici estén protegidos, y que los viajes cortos se realicen sin coche.
Todo esto se está aplicando a través de proyectos de “Complete Street” ya en construcción, incluidos Boylston Street en Fenway y la segunda fase de Commonwealth Avenue Mall desde Kenmore a Allston.
Además, está previsto que empiece en 2017 la renovación de Hyde Square en Jamaica Plain, con una plaza mayor mejorada.
En Fenway, la construcción en curso de Audubon Circle reforzará la seguridad para los peatones, ciclistas y conductores, y contará con cuatro jardines pequeños.
Mejoras al transporte entre los barrios incluyen más fiabilidad de servicio de autobuses, la reorganización de todas las rutas de bus, mejoras a la Línea Verde y un aumento a las paradas verdes. Uno de los primeros proyectos incluye un camino multiuso del parque de Southwest Corridor que conectará el centro de Boston a MGH y eventualmente a Cambridge, y en el sur a Columbus Avenue en el South End.
También se mejorará la línea de plata. En los próximos cinco años, se ampliará al tamaño de la línea de buses, se aumentarán los tampones físicos, se harán cumplir las normas de estacionamiento y se creará un sistema de pagos remoto.
“Mientras entramos en una nueva era de transportación, nuestro objetivo es la promoción de otros modos de transporte aparte del uso de automóviles. Eso es el futuro de la transportación aquí”, dijo Walsh.
Continuó, “En este momento, pensamos que lo más fácil es subirse al auto para llegar a Fenway. Por eso tenemos que cambiar el proceso de pensamiento”.