Educar será la tarea


Andy Zagastizábal

Poniendo acción a los anuncios Thomas M. Menino se convirtió en el principal promotor de una reforma educativa que todavía nadie entiende o que se ha discutido suficiente.

Un día después de juramentar su quinto periodo como alcalde, se fue a las escalinatas de State House para iniciar una manifestación que fuerce a los legisladores a pasar el proyecto que espera por una decisión desde el año pasado.
Pero esa no es la única tarea que tiene, se ha comprometido a otras cosas ante más de un millar de seguidores que llenaron Faneuil Hall, donde Menino destacó que transformar las escuelas publicas de Boston será la marca que la historia recordará de sus próximos cuatro años de gobierno.

Más de 1,460 días tiene el calendario al que se ha comprometido este descendiente de inmigrantes italianos que a la fecha tiene 67 años de edad. Sin embargo su compromiso con esta reformar tiene un ingrediente que está en medio de un debate por el apuro que significa llegar a él para no perder un fondo federal de $250 millones que se conoce como “Race to the Top Grants”, el mismo que tiene el ingrediente de aceptar más las escuelas “charter”.

Señal que quiere estar preparado para los cambios es que reorganizó el actual Comité escolar manteniendo al Rev. Gregory G. Groover Sr. como presidente y a Marchelle Raynor como vice-presidente. Igualmente incluyó como nuevos miembros a John Barros y Mary Tamer.

¿Cuánto se demorarán los legisladores en pasar el proyecto> es un tema que no podíamos adelantar a la hora de escribir este reporte y nadie podía pronosticar, tampoco, el desarrollo de los acontecimientos por lo que preferimos seguir con el análisis de las otras metas que se ha trazado el burgomaestre.

Menino ha dicho que quiere crear un “distrito Portuario Moderno en South Boston, para dar paso a los proyectos de investigación biotecnológica y médica que se han paralizado en el South End, y que podrían ser la reinvención del gobierno que se necesita.

Otro de sus proyectos es dar mayor participación a la población porque, según destacó, ya es tiempo que lo dejen de llamar “Urban Mechanic” o ‘Mr. Fix-it’ y que todos los que vivimos en Boston aceptemos la responsabilidad de ser quienes lo hagamos porque, según sus palabras: “we are all urban mechanics”.

Señal que se aproximan cambios es la presencia de cuatro afro-americanos y un latino en el concejo de 13 miembros que fue juramentado en la sesión inaugural del nuevo municipio. Ya sabemos que en ese grupo se encuentran Félix G. Arroyo y Ayanna Pressley, y aunque digan que la composición no es representativa de lo que es la ciudad, por lo menos hay un cambio en lo que hace unas décadas significaba diversidad.

Menino lo destacó cuando dijo que “La elección de ustedes significa la dirección que está tomando Boston, porque la diversidad es lo que está haciendo a nuestra ciudad grande”.

Los medios latinos que estuvieron en la ceremonia de juramentación se encargaron de buscar a Arroyo porque allí era el segundo en llegar al concejo, después de su padre, Félix D. Arroyo, quien sirvió a la ciudad hasta el 2008.
Donde no hay cambio es en la presidencia del concejo porque en la primera sesión se votó por unanimidad por mantener Michael P. Ross por un segundo termino. Ross inmediatamente anunció cambios incluyendo en ellos la presencia del economista de Harvard Edward Glaeser, con quien se buscará solucionar problemas de vivienda, la falta de empleo y la retención en nuestra ciudad del talento que se está marchando por falta de oportunidades.

Nadie volvió a mencionar el pedido de limitar la presencia de una persona en un puesto como la alcaldía; pero el alcalde hizo una observación bastante simpática cuando le preguntaron si pensaba completar realmente su periodo de 1463 días, dijo: “Where the hell else am I going to go?”

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